Todo el mundo ha sentido alguna vez ganas de ponerse a gritar sin motivo aparente.
Pero sí que hay un motivo escondido. Rencor, odio, rabia, frustración... ya sea por separado o todo a la vez.
Ahora mismo yo me siento así, con ganas de encerrarme en mi habitación, ponerme música a todo volumen y gritar hasta quedarme sin fuerzas. Se que puedo estar reprimiendo mi rabia sin poder desahogarme, sin poder chillarle al mundo lo que siento antes de romper a llorar, pero algun día pasará algo, alqo que haga que no aguante más y descargue con la primera persona a la que vea. Se que no serviría absolutamente para nada, pero no podré evitarlo.
Solo espero que todas esas suposiciones no sean ciertas y que no me vea en tal situación.
-S.